" Hay que organizarse...

...Últimamente, ya se sabe, que hay mucha gente que se le escapa el corazón..."

Mein, Dein, Sein...

Dein Christus ein jude
Dein auto ein japoner
Deine pizza italienisch
Deine demokratie griechisch
Dein kaffee brasilianisch
Dein urlaub türkisch
Deine zahlen arabisch
Deine schrift lateinisch
Und dein nochbar nur ein ausiänder?


Anónimo/a (Graffiti del muro de Berlín)

Mío, tuyo, suyo...
Tu cristo es judío
Tu coche japonés
Tu pizza italiana
Tu democracia griega
Tu café brasileño
Tus vacaciones turcas
Tus números árabes
Tu escritura latina
¿Y tu vecino tan solo un extranjero?

Sentido Poe

Igual daba que viajara por la provincia, el país, el continente o el otro lado del globo... Cuando preparaba el equipaje –siempre a última hora, improvisado- metía en la valija un libro de relatos de Edgar Allan Poe. Tenía el convencimiento de que abierto, el libro, a kilómetros del lugar dónde lo había leído la primera vez –había leído todo lo que Poe había escrito y estaba publicado (y traducido) durante su juventud- sería un libro nuevo, un misterio nuevo, una emoción nueva, y, sin embargo, la razón última de este imprescindible en la maleta era sentirse en casa... Tan sólo un destino no gozaba del acompañamiento de los relatos de Poe, pero ese era otro asunto. En aquel momento no tenía previsto ningún viaje, ni siquiera para las próximas semanas, y desde luego no iba a preparar el equipaje con semejante antelación pero hoy se había levantado con un único objetivo: (re)leer a Poe... Con este pensamiento se dirigió a la librería del salón que contenía su obra: Varias ediciones de un mismo libro, libros compilatorios, la obra completa en una buena edición... Poe ocupaba un lugar relevante en aquellos estantes... Se decidió por el primer tomo de los Cuentos que editó Alianza con la traducción y los comentarios de Cortázar y se sentó en la mesa del comedor dejando colgadas las piernas... Lo acercó a la cara y olió sus páginas, era algo que hacía con cada libro y con el paso de los años se maravillaba de los nuevos olores que podía descubrir. Abrió al azar y el libro le mostró El pozo y el péndulo. Buscó el principio del relato y comenzó a leer: “Sentía náuseas, náuseas de muerte después de tan larga agonía...”
Al concluir la lectura sintió cierta conmoción. Y el leve remordimiento de sentirse como en casa le acompañó el resto del día...

Bricolaje

Cómo va el gotele del desamparo
borrando de la pared las decepciones
Si te sobra titanlux del de colores
hago trueque y te regalo mi catarro

Año

Período de doce meses a contar desde un día cualquiera.

(¿¿??)

Ocurrió que...


Érase un kaiser
que vivía en la sexta planta de un bloque de once pisos
al que un día
se le escindió
Baviera.

Reducto

Lo había conseguido.
Conducía en dirección a la casa de sus padres –para darles personalmente la buena nueva- recordando la conversación que acababa de mantener:
“(…) ¿Te das cuenta de lo que eso significa, amor? Ya no tenemos porqué amarnos… Se acabó. Nos basta con repetir clichés, aparentar… Hacer lo que se espera de nosotros…
- ¡Qué bueno! Ser egoístas, egocéntricos e hipócritas, sin remordimientos y con el beneplácito de nuestra sociedad. Ah, qué bien.
- Sí amor, podemos ser superfluos para siempre…”
Su ensoñación fue interrumpida por el timbre del móvil.
- Dime
- ¿Me oyes bien?
- Sí, voy conduciendo pero llevo conectado el bluetooth . Dime
- ¿Lo tienes?
- ¡¡Sí!! ya es mío
- Enhorabuena ¿Ya no pretendes nada? ¿Oficialmente?
- Eso es: Observo y repito. Ya no tengo que cuestionar nada, ni tengo que sufrir… Sólo tengo que no ser disidente y todo irá bien.
- Pues, a ver si lo celebramos ¿no?
- Sí, mandaré una invitación por facebook para celebrarlo esta semana…
- Perfecto. Hablamos. Ciao
- Ciao
Al colgar se dio cuenta de que se había pasado la salida. `Joder` - murmuró y decidió entrar por la siguiente. Le haría tardar algo más al obligarle a atravesar el barrio de sus padres desde la otra punta pero ya no podía hacer otra cosa. Unos minutos después empezó a encontrarse mal. Aparcó y decidió seguir caminando, ya no estaba lejos. El calor era sofocante. Al pasar por “el don” –el parque más cercano a la casa de sus padres- decidió sentarse un rato bajo los prunos. Pensaba en cómo les daría a sus padres la noticia y decidió levantarse para no retrasarse aún más. Llegó, al fin. Llamó al timbre. Abrió su padre. Pasó al interior, se saludaron y sólo después dijo:
- “Mamá, papá. Ya estoy Reducida”
Sus padres no pudieron mas que llorar de felicidad.

Tiempo/Espacio

¿Qué mañana?
Si mañana es hoy.

Infinito y estrecho*

- ¿Cómo dices?
- Digo que es infinito y estrecho; las dos cosas...
- ¡¿Pero cómo va a ser infinito y estrecho a la vez?! No entiendo nada...
- Que sí, que sí, que el universo es infinito y todo lo que tú quieras, pero todo lo que tiene de infinito lo tiene también de estrecho...

* Infinito: 1. Adj. Que no tiene ni puede tener fin o término; Estrecho: 1. Adj. Que tiene poca anchura. 6. Adj. Apocado, miserable, tacaño. (Diccionario de la Lengua Española. RAE. Vigésimo segunda edición)

Eso era amor

Le comenté:
-Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
-¿Te gustan solos o con rimel?
-Grandes,
respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.

Ángel González (1969) Breves acotaciones para una biografía

Sabiduría popular III

"Dura más que una vela apagada" Dijo Requete merendándose su pieza de tiempo.

Cifras y letras...

1.400.000.000 (MIL CUATROCIENTOS MILLONES DE PERSONAS)
25,7% POBLACIÓN MUNDIAL

Para esa gente del Banco Mundial pobreza extrema (¡!) es el indicador que mide el conjunto de personas que viven con menos de 1,25$ al día -algo menos de 30€ al mes-. Si aumentáramos la barrera de 1,25 a 2 dólares diarios -unos 16€ más al mes- como piden diversas organizaciones, se estima que la cifra se vería duplicada.

2.800.000.000 (DOS MIL OCHOCIENTOS MILLONES DE PERSONAS)
51,4% POBLACIÓN MUNDIAL

Un dato: para un salario de 600€ al mes, el presupuesto diario ronda los 20€.

¿Crisis económica? ¿Indicadores? Hagan su propio cálculo.

...

- Ahora no recuerdo muy bien dónde leí que el gato existe para ser gato...
- Mm mm. - Asiente al otro lado del teléfono
- ... Mientras que a nosotros nos vino a tocar lo más complicado: ser hombres, a saber, abogado, soldador, camarero...
- Sí; ya...
- ... ¡Cómo si uno pudiera desprenderse de ser hombre!...
- ...¡Más difícil aun!, nos vino a tocar ser mujer.

Sabiduría popular II

"Cuando el río suena... Un músico se está ahogando" Y Neyka se marchó intentando no pisar alguna seta.

Creí que era el mundo el que se había quejado.

Cuerpo triste

Amanece. Su ojo izquierdo se abre con lentitud en busca de lo conocido. Desde que llegó, no hace mucho, todas las mañanas repite, como si de un ritual se tratase, la misma operación…
Abre un ojo, mientras el otro duerme, para decidir si hoy va a levantarse. Pasa la vista con cuidado por la pared sucia y granulada de su izquierda. No reconoce a primera vista dónde está, pero aún inmóvil de frío –de miedo también- detiene su desconcertada pupila sobre el gran armario que se halla frente a ella. Mira con sigilo el óxido ennegrecido de los tiradores del empotrado. Nada está en calma. Desplaza y fija de nuevo su iris, adaptándolo a las delgadas líneas de luz que se reflejan sobre el cristal ámbar de la puerta. Luego se fija en un arcaico radiador que alguien, tal vez en un intento de hacer acogedor aquel lugar, pintó imitando el oro viejo, y que hoy, deslucidos el oro y el esmalte, queda así: viejo. Continúa el recorrido advirtiendo un nuevo tramo de pared. Observa una telaraña que no quebraron del todo y se reconstruye. También ella lo intenta, con menor habilidad que la araña. Desliza sin esmero el ojo hacia un espejo circular, a la derecha. Piensa rodearlo de pequeñas luces y hacer de su vida un cabaret. Piensa en medias de rejilla y sonríe en voz baja. Siguiendo una línea invisible desde el espejo tropieza con una cómoda: baja, sucia, desdeñada. Aún no sabe qué esconderá, no encontrará nada nuevo. Avanza su mirada hacia la ventana de aluminio gris. Gris el alma. Ha de moverse levemente para dirigir allí su vista. Su voz cansada también despierta y con cuidado, con temor a despertar lo que permanece dormido en sí, emite un sonido sordo, suspira. La persiana, que tras el cristal y entre la verja, duerme, verde, de madera, es lo que no deja ver la oscuridad, no deja ver la luz, le anuncia el alba. Con huidizo y torpe movimiento se inclina hacia la mesilla y se lamenta de su aspecto. Se canturrea y contonea, aún dormida, ya despierta, para calmarse, para no oírse. Así, de lado, mecida sobre el costado, cierra el párpado que, deslizándose sobre el húmedo y vestido de tiniebla iris común, se halla a sí mismo. Abre con prontitud e indolencia ambos ojos dejándolos inmóviles y fijos en el techo que le cobija. No sabe dónde dirigir la mirada. No ve y tampoco quiere. Su cobarde tacto en las sábanas busca impaciente situarse fuera de ellas. Casi saltando y sin apenas perturbar el viejo lecho, sale de una noche para adentrarse en otra. Su pelo erizado y su piel palidecida se sitúan en el centro del dormitorio. Las plantas de los pies acarician el embrutecido suelo de madera. Gira con cuidado, como si bailara, encontrándose ante el espejo. Allí, frente a frente, mirándose con atención, con cautela, se ve el cuerpo triste, la mirada vieja.
Alguien abre la puerta. "¡Buenos días!¡Pero bueno! Póngase algo o cogerá frío. El médico de la residencia pasará en unos minutos a reconocerle" Mientras, anuda la bata y susurra su réplica: "A ver si él lo logra..."

Sabiduría popular I

¡Qué no me gusta la mucha gente! Gritó y se quedó tan oreada.